Oscuridad

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jueves, 28 de agosto de 2014

------ Genocidio en el sur de Chile ------


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Según libro, el exterminio de los selk'nam fue ordenado por el mayor
latifundista de Magallanes

El genocidio de indígenas en el
sur de Chile que la historia oficial intentó ocultar

Después de varios años de investigación en La Patagonia chilena y argentina, el historiador español José Luis Alonso Marchante publicó el libro "Menéndez. Rey de la Patagonia", el texto definitivo –según expertos en el tema– sobre la verdad de la extinción de los selk'nam en la Tierra del Fuego, que en rigor se trató de un exterminio ordenado por José Menéndez, el gran latifundista del sur de Chile, sobre cuya familia existen sendos museos en Punta Arenas, y a quien se le atribuye el desarrollo económico de la región.

El año pasado el historiador español José Luis Alonso Marchante encontró en la Biblioteca Nacional de España el texto original de Treinta años en Tierra del Fuego, del misionero salesiano, gran naturalista y expedicionario Alberto de Agostini. Con este libro en sus manos, el historiador comprobó que en las actuales reediciones del texto, incluida la realizada el 2013, faltaban párrafos y no cualquiera. En los textos censurados, el misionero era implacable: la extinción del pueblo selk’nam en la Patagonia chilena y argentina no fue obra de su “ignorante glotonería”, “guerra entre tribus” o producto de su “miserable contextura física”, como dictó durante muchos años la historia oficial, sino que producto del exterminio y la cacería, ordenada por un solo hombre: José Menéndez, el gran latifundista del extremo sur de Chile.
“Exploradores, estancieros y soldados no tuvieron escrúpulos en descargar sus mauser contra los infelices indios, como si se tratase de fieras o piezas de caza”, reza uno de los párrafos censurados (De Agostini, 1929: 244).

Alberto de Agostini
Alberto de Agostini junto un selk’nam. Foto: Gentileza Editorial Catalonia

Este hallazgo junto a otros importantes testimonios se encuentran contenidos en el libro Menéndez. Rey de la Patagonia (Editorial Catalonia), recientemente lanzado en Chile y que, según historiadores expertos en La Patagonia, como Osvaldo Bayer, vendría siendo “el libro definitivo sobre la verdad ocurrida en el sur chileno y argentino”.

“Hubo dos cosas que me impactaron en la investigación: el genocidio de todo un pueblo (los selk’nam) en pleno Siglo XX y la trágica suerte de los obreros (también masacrados) que trabajan en esas estancias”, dice Alonso Marchante, casi al comienzo de la conversación con Cultura + Ciudad, en la que explica sin eufemismos la naturaleza de la responsabilidad criminal de quien fuera también el abuelo de Enrique Campos Menéndez, el escritor favorito de Pinochet y redactor de los bandos militares del Golpe.

La censura
La censura en el texto de De Agostini, explica Alonso Marchante, fue más bien una autocensura que el religioso aplicó a sus libros luego que la Congregación fuera presionada por el poder de Menéndez para cambiar la historia y exculpar de la masacre al más grande latifundista del sur de Chile, quien acumulara una de las más grandes fortunas de América Latina con el comercio lanero.
“Los primeros salesianos no negaban las matanzas, los primeros, como Faganno y De Agostini, fueron gente que estuvieron en el terreno, que levantaron las misiones de la nada, y en sus diarios publicaban cómo se estaban exterminando a los indígenas. Ocurre que después hubo un cambio en la historiografía de los salesianos. Los que vienen después ya están sometidos al poder económico de los Menéndez, entonces ahí se reescribe la historia de la colonización, y ahí sostienen que los indios simplemente desaparecen sin que mediaran los estancieros”, explica Alonso.

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La motivación por investigar el papel de Menéndez y de sus descendientes en Chile nació casi por casualidad. Un día –cuenta– paseando por el Museo Asturiano en Buenos Aires, encontró un busto de José Ménendez. Nunca había escuchado una palabra de él, pese a que el historiador también es asturiano. En su región natal, Alonso no encontró calle que llevara su nombre, pero sí una escuela –fundada a comienzos del siglo pasado–, que era la forma que tenían los “indianos” (como se conoce a los colonos europeos que viajaron a América) de retribuir a su patria la fortuna alcanzada en sus aventuras.
“Se construyeron más de 350 escuelas en Asturias, en las primeras décadas del siglo XX, y entre ellas está la de José Menéndez en Miranda y que lleva su nombre”,  cuenta Alonso, remarcando así el punto de partida de una historia marcada por la fortuna, la crueldad y la mentira.

“Se construyeron más de 350 escuelas en Asturias, en las primeras décadas del siglo XX, y entre ellas está la de José Menéndez en Miranda y que lleva su nombre”,  cuenta Alonso, remarcando así el punto de partida de una historia marcada por la fortuna, la crueldad y la mentira.

El imperio Menéndez

En la Región de Magallanes, específicamente en Punta Arenas, las mansiones de la familia Menéndez se conservan en forma de museos, dando cuenta –a través de su fastuosidad– de la época dorada de la región magallánica.
En el libro se explica que Menéndez, tras una breve estancia en Cuba, llega a nuestro país en 1868. Al poco tiempo recibe miles de hectáreas como beneficio del gobierno chileno por la colonización en el sur. La idea era traer el desarrollo económico a la zona y establecer reservas indígenas. En esos años Mauricio Braun, otro inmigrante, también había recibido miles de hectáreas, lo mismo que Julius Popper en Argentina.
Alonso Marchante cuenta que, como parte de una gran inversión, las familias Menéndez y Braun se unen a través del matrimonio de sus hijos, y las tierras de Popper, tras una extraña muerte por presunto envenenamiento, son cedidas a Menéndez, convirtiéndose este último en el dueño y señor de toda la Patagonia chilena y argentina a través de la Sociedad Explotadora Tierra del Fuego.


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Esquiladores en la estancia “San Gregorio”. Foto: Gentileza Editorial Catalonia

El imperio económico, que llegó a sumar bancos y navieras, tuvo su origen el comercio de lana de oveja, que vendían a Inglaterra a cambio de libras esterlinas. En la inserción de la ovejas  en la zona y consecuente desplazamiento del guanaco, animal que poblaba esas zonas, se encuentra –según el libro– el origen de una de las matanzas más grandes de indígenas y que contó con todo el poder editorial de esos años para tapar el genocidio.

El imperio económico, que llegó a sumar bancos y navieras, tuvo su origen el comercio de lana de oveja, que vendían a Inglaterra a cambio de libras esterlinas. En la inserción de la ovejas  en la zona y consecuente desplazamiento del guanaco, animal que poblaba esas zonas, se encuentra –según el libro– el origen de una de las matanzas más grandes de indígenas y que contó con todo el poder editorial de esos años para tapar el genocidio.

El exterminio de los selk’nam

“A medida que comenzó a avanzar la frontera ovina, porque toda la riqueza de las dinastías económicas se sustentaba en el ganado de lana”, cuenta el historiador, “comenzaron a requerirse cada vez más tierras para terminar instalándose en el territorio selk’nam”.
Al instalarse en la zona, se divide el terreno mediante alambradas, y el guanaco –principal sustento alimenticio y de abrigo de los onas– se ve arrinconado hacia tierras más altas.
“Una vez que el guanaco desaparece los Selk’nam empiezan a pasar hambre. Cuando se dan cuenta de la aparición de las ovejas empiezan a alimentarse de este animal y lo entienden como algo absolutamente natural, no saben muy bien cómo han aparecido esas ovejas ahí, ni conocían el concepto de propiedad”, explica el historiador.

Grupo de "cazadores de indios" de una de las estancias de Tierra del Fuego (instituto Patagonia)
Grupo de “cazadores de indios” de una de las estancias de Tierra del Fuego (Instituto Patagonia). 
Foto: Gentileza Editorial Catalonia

“Cuando los Selk’nam empiezan a atacar a las ovejas, José Menéndez da la orden de acabar con ellos. Lo hacen primero disparándoles directamente para exterminarlos, y con las mujeres y niños se produce una cacería. Los van cazando para después ofrecerlos en plazas públicas”, cuenta Alonso, quien precisa que todo esto es muy posterior a la exhibición de indígenas como piezas de circo, en lo que se llamó “zoológicos humanos”.

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Alexander Mc Lennan

La familia Menéndez, especialmente José Menéndez –remarca el historiador–, fueron los instigadores de la matanza. “José Menéndez puso como capataz y como administrador de su estancia a un escocés de nombre Alexander Mc Lennan (El chancho colorado), quien fue el mayor matador de indígenas y reconocido por él mismo. Él recibía órdenes directas de José Menéndez, era su empleado”.
En el libro se sostiene que por cada indígena muerto, Menéndez pagaba una libra esterlina, de modo que en la fortuna que alcanzó a tener este escocés podría incluso calcularse la cantidad de indígenas asesinados y que, de acuerdo a las versiones de otros historiadores, podría estimarse en varios cientos, si no miles.


“Cuando se retiró Mc Lennan, José Menéndez le regaló un carísimo reloj en agradecimiento por todos esos servicios”, relata.

La historia oficial

“Logré contactarme con un bisnieto de Alexander Mc Lennan, quien me decía que no se puede decir que esté bien matar indios, pero que, gracias a lo que hizo su abuelo y José Menéndez, hoy no hay indígenas en la Tierra del Fuego, así que no hay problemas. Y eso me lo dicen en pleno 2014″, recuerda con asombro el historiador.
Durante muchos años, la historia oficial que se contó tuvo como propósito ocultar los crímenes, que fueron incluso celebrados como deporte.


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Selk´man en la misión San Rafael. Foto: Gentileza Editorial Catalonia

En 1971, el historiador y descendiente del clan, Armando Braun Menéndez, portavoz de los estancieros, señala que como causa de muerte de los indígenas estaban sus hábitos alimenticios. “Era frecuente observar al lado de los restos de una ballena, los cadáveres de los indígenas que, llegados tarde al festín, habían sido víctimas de su ignorante glotonería” (Braun 1971: 135). Insiste a tal punto en el tema que escribe que “era tan miserable su contextura física que no pudieron soportar ni su propio clima”.
Esta absurda conjetura –explica Alonso en su libro– chocó con la respuesta contundente del etnólogo suizo Jean-Christian Spahni, quien señala: “Mis investigaciones alrededor de los habitantes me han demostrado que los genocidios habían existido realmente y que fueron causados justamente por los propietarios de las estancias a los que Armando Braun intenta defender”.


Enrique Campos Menéndez
Enrique Campos Menéndez

Otro de los herederos de los hacendados, el escritor favorito de Pinochet, Enrique Campos Ménendez, llega incluso a exponer sus dudas sobre un posible canibalismo de los Selk’nam, cuestión que, al momento de sus dichos, ya nadie se atrevía siquiera a mencionar.
La historia oficial de negación del genocidio intenta a tal punto instalarse, que otro de los herederos, Eduardo Braun Menéndez, llega a obligar –se narra en el libro– “al científico Alexander Lipschutz (Premio Nacional de Ciencias 1969) a la eliminación de cualquier referencia a la caza de indígenas, como paso previo para publicar sus ensayos en la revista Ciencia e investigación, que dirigía el nieto de José Menéndez”.

La Patagonia trágica

Además del exterminio de los onas, el libro de Alonso toca otro de los temas sensibles en La Patagonia, y que tiene que ver con las matanzas de más de 1.400 obreros chilenos en 1921.
Estos crímenes fueron recogidos en un libro llamado La Patagonia Trágica, publicado en Argentina en 1928 por José María Borrero. En este libro, escrito sin rigurosidad científica, había una denuncia en cada página y al poco tiempo se convirtió en un mito al desaparecer de las librerías. Un segundo texto, presuntamente llamado Orgías de sangre y que, según el mito, narraba los asesinatos de 1921, se convirtió en leyenda tras asegurarse que el manuscrito había sido robado y quemado.


Jornaleros chilenos tomados presos por el Ejército argentino en las huelgas de 1921. Foto: Gentileza Editorial Catalonia


Parte de esa historia fue recogida con seriedad científica por Osvaldo Bayer, quien publicó La Patagonia rebelde, en 1972, un libro testimonial de no ficción que trataba sobre la lucha protagonizada por los trabajadores  anarcosindicalistas en rebelión de la provincia de Santa Cruz, en la Patagonia argentina, entre 1920 y 1921. Esta historia comenzó como una huelga contra la explotación de los obreros por parte de sus patrones, luego reprimida por el Ejército al mando del teniente Héctor Benigno Varela, enviado por el entonces presidente Hipólito Yrigoyen.
“Se fusilaron a centenares de peones de las estancias, la mayoría de ellos chilenos, pero también asturianos, argentinos, alemanes, italianos. Esas son las dos grandes tragedias de esta historia, creo que esta historia no la podemos ver con una sonrisa porque es una historia trágica, porque desaparecen de manera brutal los pueblos que habitaron por milenios esas tierras y además hay una represión salvaje sobre los peones que trabajaron en las estancias”, sostiene Alonso Marchante, de cuyo libro el propio Bayer reconoce que “después de este acopio de pruebas nadie podrá señalar que las versiones críticas que surgieron a medida que se producían los hechos eran exageradas o de pura imaginación”.

–¿Como historiador crees que hay responsabilidad del Estado chileno en estas masacres? 
–Los peones fueron fusilados por el Ejército argentino, pero la mayoría eran chilenos, y las autoridades chilenas no solamente no levantaron la voz sino que colaboraron con las autoridades argentinas en el silencio. Esto lo demostró Osvaldo Bayer hace ya mucho tiempo, cuando descubrió cómo los propios carabineros chilenos llevaban a los peones a Argentina, en donde el Ejército de ese país los fusiló. Es verdad que estos hechos ocurrieron hace casi un siglo, pero los Estados deben hacer un reconocimiento. En Argentina, en la zona en que ocurrieron los fusilamientos, en cada cuartel en donde hubo un centro de detención hay unas placas que identifican que en ese lugar y en ese cuartel se mató gente. Yo no se qué homenajes han hecho las autoridades chilenas a esos peones.


Tomado de

http://www.elmostrador.cl/cultura/2014/08/13/el-genocidio-de-indigenas-en-el-sur-de-chile-que-la-historia-oficial-intento-ocultar/

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miércoles, 28 de mayo de 2014

------ Las tres religiones ante el "muro de Jerusalén" ------




"El abrazo de las tres religiones ante el muro de Jerusalén"

«¡Lo logramos!», el abrazo de las tres religiones ante el Muro de Jerusalén


El Papa deja un Padre Nuestro y el Salmo 122 en el lugar sagrado de los judíos



El fortísimo abrazo de tres líderes religiosos -un judío, un cristiano y un musulmán- frente al Muro de Jerusalén marcó el momento cumbre de la última jornada del Papa Francisco en Tierra Santa. Cuando el Santo Padre terminó de rezar en el lugar más sagrado de los judíos, el rabinoAbrahán Skorka y el líder musulmán argentino Omar Abboud, salieron a su encuentro emocionados. Los tres hombres se fundieron en un abrazo y un comentario: «¡Lo logramos!».
El viejo sueño alimentado por la amistad de los tres en Buenos Aires se hizo realidad ante el mundo entero, ofreciendo la mejor fórmula para superar la pesadilla de los enfrentamientos religiosos: respeto y afecto entre personas de buena voluntad.
El Papa llegó al Kotel –el nombre religioso del Muro en hebreo-, procedente de la Explanada de las Mezquitas, donde había mantenido un encuentro con el Gran Muftí de Jerusalén y pronunciado un discurso ante el Consejo Supremo Musulmán. Sus últimas palabras habían sido rotundas: «¡Que nadie instrumentalice para la violencia el nombre de Dios!».
La peregrinación al Muro Occidental, donde le estaban esperando sus compatriotas Abrahán Skorka Omar Abboud, que forman parte del sequito papal, comenzó con una explicación arqueológica de las vicisitudes de la Montaña del Templo a lo largo de la historia. De vez en cuando, una racha de viento hacia volar la esclavina blanca, ocultando el rostro del Santo Padre que miraba con atención la maqueta.
Terminada la presentación, el Papa escuchó muy concentrado el discurso-plegaria de un rabino. Mantenía la cabeza baja, pero alzaba la mirada de vez en cuando para contemplar el Muro, despejado de todo visitante: era para ellos dos en una plegaria común a «Adonai», «Elohim», el Dios único de los múltiples nombres.
Al llegar su turno, el Papa no tomó la palabra sino que se acercó al Muro, apoyo en él su mano derecha y permaneció en silencio. Después rezó dos oraciones y, siguiendo la costumbre judía, depositó cuidadosamente los textos en un resquicio de los gigantescos sillares de piedra.
La plegaria duró un minuto y cuarenta segundos de gran intensidad mientras todos los acompañantes mantenía un respetuosos silencio. Se oía sólo el gorjeo de los pájaros que se posaban en los arbustos del Muro, creando un ambiente mágico y esperanzador.

El Salmo 122, la oración por la paz

El Rabino Skorka reveló después que las oraciones del Papa eran el Padre Nuestro en castellano y el Salmo 122, la oración por la paz en Jerusalén. Aunque el Padre Nuestro sea una plegaria cristiana, esa petición de perdón al Padre común y la promesa de concederlo a quienes nos ofenden resultaba muy adecuada en el Lugar Santo de los judíos, donde también rezaron Juan Pablo II en el año 2000 y Benedicto XVI en 2009.
Cuando recibió el abrazo de sus dos amigos, el Papa estaba radiante, igual que el rabino y el líder musulmán. Habían cumplido un sueño y dado un gran ejemplo al mundo.
Los demás rabinos y las autoridades judías estaban también felices. Todo había salido redondo, y no era el único regalo del día. Desde allí el Papa se dirigió a depositar una corona de flores ante la tumba deTheodor Herzl, el padre del Estado de Israel, y a visitar el museo deYad Vashem.
En el memorial del Holocausto, el Papa avivó la llama perenne, depositó una corona de flores blancas y amarillas con su nombre -«Pope Francis»- y pronunció un discurso de reflexión teológica sobre una pregunta formulada por Dios mismo según el relato del Génesis: «Adán, ¿Dónde estás?».
Era la pregunta después del primer pecado de la historia, y el Papa aseguró que «vuelve a resonar en este lugar, memoria de la Shoah, con todo el dolor del Padre que ha perdido un hijo». La desobediencia les había separado pues Adán se escondía. El pecado de orgullo y desobediencia había sido una sorpresa pues «el Padre conocía el riesgo de la libertad de su hijo, pero no podía imaginar una caída en ese abismo».
Según el Papa, ese mismo grito, «¿Dónde estás» resuena también, «enla tragedia inconmensurable del Holocausto, como una voz que se pierde en un abismo sin fondo». Por ello invocó el perdón y la misericordia del Señor, a quien imploró: «Danos la gracia de avergonzarnos de esta máxima idolatría, haber despreciado y destruido nuestra carne, la que tu creaste del barro de la tierra y vivificaste con tu soplo de vida».
«¡Nunca más, Señor, nunca más!», repitió el Papa para concluir con una plegaria: «Aquí estamos señor con la vergüenza de lo que el hombre, creado a tu imagen y semejanza, ha sido capaz de hacer. Acuérdate de nosotros en tu misericordia».
Al terminar su oración, el Papa se dirigió hacia cuatro hombres y dos mujeres, supervivientes del Holocausto. Al saludar a cada uno de ellos, Francisco les besaba la mano, como hace con los mártires. Aquellas seis personas eran el verdadero monumento.
Yad Vashem recuerda el mayor crimen de la historia de la humanidad. Es un lugar donde las emociones son intensas, sobre todo el horror ante la magnitud de la maldad humana. Por fortuna, el último elemento del programa fue la canción interpretada por un coro de niñas de escuela. A la salida, el Papa les hizo gestos de que le había gustado. Se lo agradecieron, y se hizo una foto con ellas. Enseguida afloraron las sonrisas. Y con ellas, la esperanza.


Fuente:   http://www.abc.es/sociedad/20140526/abci-abrazo-religiones-muro-jerusalen-201405261231.html

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viernes, 7 de febrero de 2014

------ "La tierra de Israel es de los Judíos"




!!LO DICE UN LÍDER MUSULMÁN!!



 

Diversos medios de comunicación árabes han publicado un artículo que ha dejado sorprendidos a la sociedad musulmana.


El  jeque Ahmad Adwan, erudito musulmán que vive en Jordania, dijo que no existe "Palestina" en el Corán. "Dios ha entregado la Tierra Santa a los hijos de Israel hasta el día del juicio", citando Sura 5 versículo 21 del Corán. "Hizo a los hijos de Israel herederos de la tierra". ( Sura 26 - "Los poetas Sura", versículo 59)



"Yo les pregunto a aquellos que distorsionan el Libro del Corán: ¿De dónde ha salido el nombre de Palestina?, son mentirosos, cuando Dios la ha llamado "La Tierra Santa" y la entregó a los hijos de Israel hasta el día del juicio. No hay tal cosa como "Palestina" en el Corán, según publica el sitio Israel Flash.



La exigencia de la tierra a Israel es una mentira, la tierra es de los judíos por lo que no tendrán éxito, y Dios le hará fallar y humillará, porque Dios es quien los protege (a los Judíos)".



El Jeque añadió: "Los palestinos son asesinos de niños, ancianos y mujeres. Atacan a los judíos y usan estos (niños, ancianos y mujeres) como escudos humanos y se esconden detrás de ellos sin piedad, como si sus hijos no fueran sus propios hijos, para decirle a la opinión pública que los judíos los mataron.



Esto es exactamente lo que vi con mis propios ojos en los años 70 (Septiembre Negro), cuando ellos (los palestinos) atacaron al ejército jordano, que cobijó y protegió. En lugar de agradecer (al ejército jordano), llevaron a sus hijos frente al ejército jordano, para hacer creer al mundo que el ejército mató a sus hijos.



El motivo de su apertura al pueblo judío - "sólo mi reconocimiento de su soberanía sobre sus tierras y mi creencia en el Corán, que nos dijo y esto se acentúa en muchos lugares, como Dios dice, "Oh gente (es decir, los hijos de Israel), entra en la Tierra Santa, que Dios te ha entregado" (Corán, Sura 5 -" El Sura de la Mesa ", versículo 21).



Él (Adwan) agregó: "Los judíos son un pueblo pacífico que ama la paz y no es hostil,  no son agresores, pero si son atacados, se defienden haciendo todo lo posible de causar el menor daño a los atacantes, es un honor para ellos que Dios los ha escogido".



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jueves, 9 de enero de 2014

------ "El Papa Francisco y sus declaraciones"



Papa Francisco


Impactante: 

No Hay fuego en el infierno; Adam y Eva no son reales…Expone el Papa Francisco



Un hombre que está ahí para abrir muchos antiguos “secretos” en la iglesia católica es el Papa Francisco. Algunas de las creencias que se celebran en la iglesia, pero en contra de la naturaleza amorosa de Dios, están siendo destinados por el Papa que fue nominado recientemente ‘El hombre del año’ por la revista TIME…
En sus últimas revelaciones, el Papa Francisco dijo:
“A través de la humildad, la introspección y la contemplación orante hemos adquirido una nueva comprensión de ciertos dogmas. La iglesia ya no cree en un infierno literal, donde la gente sufre. Esta doctrina es incompatible con el amor infinito de Dios. Dios no es un juez, sino un amigo y un amante de la humanidad. Dios busca no para condenar sino para abrazar. Al igual que la fábula de Adán y Eva, vemos el infierno como un recurso literario. El infierno no es más que una metáfora del alma aislada, que al igual que todas las almas en última instancia, están unidos en amor con Dios. “
En un discurso impactante que está reverberando en todo el mundo, el Papa Francisco declaró que:
“Todas las religiones son verdaderas, porque son verdad en los corazones de todos aquellos que creen en ellos. ¿Qué otro tipo de verdad está ahí? En el pasado, la iglesia ha sido muy dura con los que consideró inmorales o pecaminosos. Hoy en día, ya no hay juicio. Como un padre amoroso, nunca condenemos a nuestros hijos. ¡Nuestra iglesia es lo suficientemente grande como para heterosexuales y homosexuales, para los pro-vida y los pro-elección! Para los conservadores y los liberales, incluso los comunistas son bienvenidos y se nos han unido. Todos amamos y adoramos al mismo Dios.”En los últimos seis meses, los cardenales, obispos y teólogos católicos han estado deliberando en la Ciudad del Vaticano, al discutir el futuro de la iglesia y la redefinición de las doctrinas y los dogmas católicos de larga data. El Tercer Concilio Vaticano II, es el mayor y más importante desde el Concilio Vaticano II que concluyó en 1962.
El Papa Francisco convocó al nuevo consejo de “por fin terminar la obra del Concilio Vaticano II”.
El Tercer Concilio Vaticano concluyó con el Papa Francisco anunciando que …
El catolicismo es ahora una “religión moderna y razonable, que ha sufrido cambios evolutivos. Ha llegado la hora de abandonar toda intolerancia. Debemos reconocer que la verdad religiosa evoluciona y cambia. La verdad no es absoluta o grabada en piedra. Incluso los ateos reconocen lo divino. A través de actos de amor y caridad el ateo reconoce a Dios como bueno, y redime su alma, convirtiéndose en un participante activo en la redención de la humanidad. “
Una declaración en el discurso del Papa ha enviado a los tradicionalistas a un ataque de confusión e histeria …
“Dios está cambiando y evolucionando como somos, porque Dios vive en nosotros y en nuestros corazones. Cuando difundimos el amor y la bondad en el mundo, tocamos nuestra propia divinidad y la reconocemos. La Biblia es un hermoso libro sagrado, pero como todas las grandes y antiguas obras, algunos pasajes son anticuados. Algunos incluso lo llaman para la intolerancia o el juicio. Ha llegado el momento de ver a estos versos como interpolaciones posteriores, en contra del mensaje de amor y de verdad, que irradia de otra manera a través de las Escrituras. De acuerdo con nuestro nuevo entendimiento, vamos a empezar a ordenar mujeres como cardenales, obispos y sacerdotes. En el futuro, es mi esperanza que tendremos un día un Papa mujer. ¡No dejar que ninguna puerta se cierre a la mujer que esté abierta a los hombres! “
Algunos cardenales de la iglesia católica están en contra de últimas declaraciones del Papa Francisco. Cuidado con el informe.


Otras fuentes: